SOBRE 1984 DE GEORGE ORWELL

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Podemos equivocarnos a la hora de plantear un tipo de sociedad que intente mejorar la vida de todos sus integrantes. Nos equivocamos, corregimos, mejoramos y tarde o temprano conseguimos los objetivos. Incluso, en el propio núcleo familiar, influenciaremos a sus miembros para que adquieran unos hábitos determinados, acordes con nuestras ideas, porque creemos que es lo mas beneficioso para la familia. Pero no todos intentan mejorar la vida de todos y actúan de igual manera. Tanto el que lleve buenas intenciones como el que no, establecerá unas directrices que encaminen a los sujetos a considerar los diferentes temas de la vida de una manera en concreto.

En este libro, famoso libro, se describe una sociedad donde los poderes han adquirido tal fuerza, que el individuo está totalmente sometido, manipulado, sin posibilidad de rebelarse. El pasado, el presente o la verdad no existen, se crean en base al ideal del poder. La trama puede hacernos pensar en un mundo imaginario que no puede darse, pero con mas o menos disciplina todo ser humano a colaborado con el poder a lo largo de la historia. Colaboración por intereses o por miedo, pero principalmente es la ignorancia la principal impulsora de la colaboración. Pueden mentirte, pero quizás no consigan engañarte. Es la ignorancia la que permite el tipo de estructura social con sus diferencias de clases, que origina tanto sufrimiento. Llegamos a ser tan estúpidos que aceptamos una sociedad perversa y un engranaje económico desfavorable, y ni siquiera tenemos capacidad de plantearnos otro tipo de vida, porque hemos sido confeccionadoss para desentendernos o para confiar en lo que nos transmiten los diferentes medios. Uno de ellos, presente en el libro es la telepantalla, un instrumento de control directo como nuestras televisiones, pero cualquier medio de difusión es bueno para hacernos llegar un ideal de comportamiento, de familia, de vestimenta, de alimentación. A fuego lento, despacito, sutilmente, sin darnos cuenta. Todo queda marcado en nuestras mentes.

En situaciones donde el poder establecido se resquebraja emergen con fuerza numerosas armas de protección que impedirán su caída. Un buen ejemplo lo tenemos en la última gran crisis capitalista de 2008 surgida a partir de la actitud loca de la banca apostando como una viciosa en un casino. Sin embargo, millones de personas se tragaron que fue originada por los propios ciudadanos al vivir por encima de sus posibilidades. Tal como en la obra de Orwell, se crea una realidad distinta, que es apoyada por informes de "especialistas" y con un nuevo lenguaje. En la obra de Orwell se le denomina "neolengua", aquí en España, sencillamente eufemismo, pero en los dos casos se utiliza como herramienta de manipulación y ocultación de la realidad. El paro acaba convertido en "tasa natural de desempleo", la crisis económica en "desaceleración", la emigración en "movilidad externa", el rescate bancario en "préstamo en condiciones muy favorables", los recortes pasan a ser una "reforma estructural", la privatización de servicios públicos "externalización", los desahucios "procedimientos de ejecuciónes hipotecarias". Para culminar con estos ejemplos que mejor que una de las mayores aberraciones del lenguaje rezumada por la boquita de Dolores de Cospedal al explicar el "despido en diferido" de Luis Bárcenas. Dicho esto podríamos pensar que aunque la historia de la humanidad es extensa, siempre estaremos en 1984.

Pablo Mora

Creación página: 07/08/18
Última modificación: 08/08/18
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