DINERO, DINERITO, DINERON

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Hemos construido una sociedad donde no hay objetivos ni ambiciones colectivas. Cada uno va a lo suyo y lo que a unos beneficia a otros perjudica y así no se puede. Hoy mismo ha salido un reportaje de los chiringuitos de la playa, donde sus propietarios se quejaban de este verano tan "fresquito", que había provocado que los beneficios económicos estaban siendo muy por debajo de lo que se esperaba en un verano típico de Andalucía. Y mientras, en ciudades tan calurosas como Sevilla, en la gloria. Lo mismo ocurre cuando llueve, bueno para el campo malo para las terrazas de los bares, o cuando este año del 2018 ha sido el más productivo y de calidad en cuestión de cereales de la historia, y sin embargo conlleva que los agricultores no cobren apenas debido al propio exceso de producción, una locura. Y lo malo de todo esto es que el ciudadano acepta sin rechistar y tontamente conceptos como la ley de la oferta y la demanda, donde un producto sencillamente asciende de precio por el simple echo de almacenarlo.

No es falta de recursos ni de mano de obra, ya que afortunadamente a Andalucía y a España, les sobra. El problema, como cualquier otro, es la falta de presupuesto, de dinero, dinerito, dinerón, para que nuestra tierra esté continuamente asistida en las muy diferentes cuestiones. Una estructura económica basada en el dinero es nefasta, y para el que tenga algo de raciocinio y sensibilidad, también perversa y despreciable. Por poner otro ejemplo significativo, podríamos pensar que estaría bien que nadie enfermara, sin embargo, esto está diseñado de tal manera, que no solo se vendrían abajo las grandes empresas farmacéuticas, también los millones de trabajadores asociados a la medicina. El dinero sobra, es el impedimento al buen desarrollo de las poblaciones y al del bienestar de las personas, y al mismo tiempo el principal origen de enfrentamientos entre ellas.

Creación página: 30/07/18
Última modificación: 30/07/18
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